lunes, 16 de agosto de 2010

La nueva década. Capítulo II "El camino"

2 comentarios


Informática. Internet. Redes. Comunicación. Instrumentos. Información. Miles de millones de personas. Clicks. Teclas. Teclados. Cerebros. Ratones. Música. Referencias. Influencias.


Con tantas palabras y tantas combinaciones posibles entre ellas... Con tantas personas en este planeta con un cerebro correspondiente en cada una... Y con las hormonas creativas en plena efervescencia por la llegada el nuevo siglo...

¿Quién puede resistirse a hacer música?

Seguro que todos y cada uno de los que estáis leyendo este texto alguna vez habéis sentido ganas de crear una canción.

Habéis visto un instrumento y habéis notado la sensación de querer tocarlo. O puede que hayáis escuchando una canción y os preguntaseis cómo se le pudo ocurrir al artista...

Hoy en día todas estas inquietudes son bastante fáciles de satisfacer. Cualquiera puede acercarse a una tienda de música y comprar su primera guitarra española a muy bajo precio. Buscar un programa musical por Internet, pedirle un micro a un colega y grabar una canción. Aunque no sea propia. Aunque se trate de "Amante Bandido" de Miguel Bosé. Grabarlo y subirlo a Youtube.

Pues bien. Toda esta amalgama de posibilidades hoy se puede dar más que nunca.

Desde el vecino de al lado hasta nuestro primo, pasando por nosotros mismos, nunca podemos saber dónde se esconde un talento hasta que no intentamos sacarlo afuera por medio de la motivación y la excitación.

Hace poco tuve en mis manos durante unos meses una Nintendo DS, la consola portátil de Nintendo, y la verdad, en cuanto conseguí pasarme el Súper Mario ya me había aburrido... hasta que un día me dio por buscar juegos en el apartado "Musicales" y cuál fue mi sorpresa que al abrir la pestaña encontré decenas de títulos relacionados con la música. Entre ellos varios de tipo creativo, y otros tantos de carácter educativo. Tuve margen de disfrutar la consola otros tantos

meses, y habrían sido años de no ser por la crisis. Crisis. Crisis. Crisis. Crisis. Crisis. (Esta palabra ya no aparecerá más en el blog. Lo juro)

A lo que me quiero referir con esto es a que cualquier persona hoy en día tiene posibilidades de expresar el arte y la creatividad que tiene dentro, sin ningún tipo de excusa, con miles de plataformas y recursos (que aprovecharé en otra entrada para enseñaros, al menos algunos) y con todas las facilidades del mundo.


Dicho esto, la conclusión a la que llegamos es bastante simple y compleja al mismo tiempo:

Estamos ante la definitiva "domesticación" del Arte tal y como lo conocemos. Estamos asistiendo a la normalización de los canales de creatividad y a su expansión y generalización por todo el mundo y para todas las personas.

Visto de ese modo, no tendríamos más que alegrarnos y dar gracias a los avances que hoy en día nos acontecen.

Pero existen más formas de ver la situación.

Os pongo un ejemplo claro:

¿Qué pensaría el maestro Ludwig van Beethoven si me viese en la siesta sentado en mi escritorio aporreando mi piano de 30 euros?

¿Qué cara creéis que se le quedaría a Chuck Berry si entrase a "Myspace" y buscase la etiqueta "Rock"?

Sin ir más lejos, ¿Cuántos latigazos pensáis que se pegaría el más grande Michael Jackson cuando, antes de morir el año pasado, escuchase una versión suya grabada por un niño de 16 años con Webcam en "Youtube"?

Desde que la música es música, desde que estudiamos su historia y sus orígenes, todos y cada uno de los pasos que se dan a lo largo de ésta van ligados a grandes Intérpretes, a grandes descubridores, inventores, pioneros y en definitiva Maestros que sentaron cátedra y fueron moldeando lo que hoy en día entendemos como "Música".

Doy por hecho que de entre los miles de lectores que se pasan por mi blog, alguno de ellos será creativo musical, intérprete o compositor. Pues bien chicos: ¿Os sentís realmente valorados hoy en día? Sed sinceros, ¿merece la pena ser artista? Y ojo, que yo no me meto en el saco... aun me queda mucho para llegar a ser uno, si es que algún día lo soy. Pero no hago más que ponerme en la piel de algún músico y pensar que lo que antaño era considerado poco menos que un genio, una persona única y singular, alguien respetable y superior a la media, hoy de poco puede presumir delante de los demás, y en ocasiones pasa hasta desapercibido.


Esta masificación no afecta solo al terreno musical, sino que podemos ver varios ejemplos en otros ámbitos como el cine, la escritura (jeje), la fotografía... hasta en la cocina.

Miles de aspirantes, miles de canales, miles de caminos. Todo el mundo quiere ser artista, algunos por satisfacción propia y la gran mayoría en busca de reconocimiento.

Cada día es más fácil ser especial. Y cada día es menos especial el ser especial.

Una vez desarrollada la teoría fea y agorera de los nuevos canales creativos, hablemos de la opinión positiva. Mi opinión:

Yo, desde mi pequeña ventana de 13 pulgadas a Internet, tengo la visión y soy de la opinión de que cada vez es más fácil ser artista, pero que, como hablé en el anterior capítulo de la nueva década, nos encontramos en una época en que una de las pocas motivaciones que nos quedan para vivir de forma diferente, para sentirnos especiales y para estar contentos con nosotros mismos es la creatividad.

Creatividad + masificación = Competencia.

Competencia + recursos = Abundancia de artistas.

Abundancia de artistas + Internet = Autentica galaxia de arte sin ningún control recorriendo nuestras vidas a cada minuto, a cada paso, a cada imagen, a cada anuncio, a cada persona que conocemos, a cada rato que "perdemos" investigando.

Yo, como aspirante a artista que soy, disfruto de cada Myspace que visito, de cada Bandcamp que descubro, todos me parecen interesantes. Devoro Flickrs y Deviantarts. Disfruto entrando a foros y conociendo a artistas de pacotilla como yo que no dan una a derechas, o a artistas auténticos que se ofrecen con total amabilidad a compartir conocimientos y a enseñar a los novatos.

Es cierto que no nos encontramos en una década de grandes ideas ni de grandes revoluciones artísticas, pero estamos ante una gran posibilidad. La posibilidad de trabajar todos juntos, como estamos haciendo de un tiempo a esta parte, hasta que, entre todos, consigamos crear algo grande de lo que las generaciones venideras se sientan orgullosas.

Entre todos podemos crear una época y marcar una tendencia.

Ya está en marcha y no para.

Os animo a que os unáis. A que cojáis la guitarra de vuestro padre, o la armónica que os regalaron repetida durante 5 cumpleaños, incluso a que saquéis un poco de pasta del banco y os compréis un pequeño piano o un puto ukelele. Pero no dudéis en crear, en recrearos en vuestro cuarto y, sin vergüenza alguna, os pongáis a tocar, lo que os salga.

Ganas, esfuerzo, tecnología, imaginación, lecturas, ayuda, amigos, Internet...

Amigos, estamos ante la edad de la unión y la ayuda mutua. Es la hora de compartir y de trabajar entre todos para sacar esto adelante. Gran oportunidad.


Y ahora, un niño tocando "My heart will going on" de Titanic. Al piano. Seguramente se llame Jackie o Charlie, o Todd.